lunes, 12 de enero de 2009



La finalidad de este Espacio es que accedas al conocimiento que guardan sus páginas y surja en tu mente la inteligencia.


Aquí no estamos ofreciendo teorías, un sistema de filosofía que se pueda seguir ciegamente –eso sería terrible-, sino que te brindamos algo con lo que puedes trabajar, algo práctico, algo con lo que tratamos de despertar en ti el deseo de un verdadero e inteligente obrar.

Muchas personas que entren en este espacio no entenderán, al principio, el conocimiento que intentamos transmitir. Lo que pueden hacer, si quieren, es pensar a fondo sobre los textos que encuentren, reflexionar al respecto y ver si lo que decimos es verdadero. Pero reflexionar sobre esas palabras no significa intelectualizarlas, o sea, no es sentarse y hacer que pierdan su aroma y significado por medio del intelecto. Para averiguar si lo que aquí decimos es verdadero deben ponerlo en acción. Y esto significa plantar la semilla de la que, con trabajo y sacrificio, florecerá la inteligencia.


Muchos se dicen espirituales cuando en verdad no saben en qué consiste la espiritualidad, aunque puede que no les falte, ciertamente, buena voluntad. Muy posiblemente se encuentren aprisionados por el corsé de doctrinas y la influencia de individuos sectarios, y sientan en su interior que hay algo en sus vidas que no va bien y que su buena voluntad no es suficiente para remediarlo. Es necesario que sepamos lo que realmente es la espiritualidad, porque una espiritualidad mal entendida nos extravía y resulta nefasta para la humanidad.

La espiritualidad no busca gozar o disfrutar el placer de determinadas experiencias, ni busca encontrar, desarrollar, cultivar o lograr nada, ni dentro ni fuera de uno mismo. Es cierto que la vida espiritual es la mayor aventura en la que una persona se puede embarcar y que supone un desarrollo integral, pero en el momento en que se desea alguna cosa, como alcanzar o experimentar algo, se pierde la esencia misma de la espiritualidad. Tampoco pueden existir reglas, leyes ni doctrinas morales o espirituales, pues lo que es adecuado en una situación puede ser inadecuado en otra y lo que es hoy verdad mañana puede faltar a ella. La espiritualidad “sólo” requiere ser conscientes, aquí y ahora, y obrar adecuadamente.

Tomado de http://www.proyectopv.org

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